viernes, 29 de junio de 2007

Se equivoca señor Intendente: nuestra democracia acaba de nacer

“Con ustedes se acabó la Democracia”. Con estas palabras del Intendente, se apagaba lentamente el griterío en los pasillos del edificio la Municipalidad de San Fernando. Pero ¿Se estaba acabando la Democracia o recién empezaba?

San Roque es un barrio ubicado en las costosas tierras que separan el country “Las Damasias” y el Carrefour de Acceso Norte y 202. Un barrio que está mal ubicado, porque debería estar más escondido, donde los turistas no lo puedan ver por su paso hacia el Tigre. Un barrio mal ubicado, porque las tierras en donde esta gente se asienta hace más de 40 años debe estar destinada a quienes puedan pagar elevadas sumas por ellas.

Entonces empieza el traslado (¿traslado, mudanza, desalojo?) L@s vecin@s del barrio San Roque dicen “nos mudan” con un dejo de fatalismo, cansancio y otro tanto de escepticismo. Ell@s no deciden. Ell@s no eligen. Solo “los mudan”.

¿Y el derecho a la identidad? Bien, gracias. No solo “los mudan” sino que los mudan a otro barrio, San Ginés, donde no es San Roque. “Que quede claro, ya no serán San Roque”, se escuchó decir a una funcionaria municipal.

Pero en el corazón del barrio se ubica una escuela popular villera, que abre sus puertas todo el día todos los días del año. Escuela invisible, no reconocida como tal por las autoridades indiferentes del Ministerio de Educación, con trabajadores de la educación no reconocidos como tales. Allí 180 pibes y pibas a diario entran por la puerta, por las paredes, por los techos, por donde sea pero entran. Tal vez, una de las primeras escuelas a las que los pibes y pibas vienen porque quieren. Nadie los obliga. Nadie “los muda”. Ell@s deciden. Ell@s eligen.

¿Cómo que no van a mudar la escuela? Así es. No está en los planos. En el nuevo barrio, perdón, cuando San Roque deje de ser San Roque para sumirse en San Ginés, la escuela no tendrá lugar.

Pero como para nuestr@s pibes y pibas la Democracia recién empieza, decidimos resistir. Así comenzó el largo trabajo que culminó con la movilización al edificio de la Municipalidad, con una carta de los pibes y pibas, escrita y consensuada entre tod@s ell@s, más dibujitos dedicados al intendente (porque en alguna otra escuela habrán aprendido que el intendente y la policía están para cuidarnos) y una carta firmada por l@s maestr@s defendiendo nuestro lugar de trabajo.

Primero, decidimos mudar la escuela a la calle. Nos fuimos a la colectora (arriba, como le llaman los vecinos de San Roque) y decidimos tener nuestras clases ahí. Con el frío y la terrible niebla hicimos torta fritas, las compartimos con l@s vecin@s, pintamos carteles y pancartas, hicimos mucha música, entonamos cantitos de resistencia a la negativa por parte de la municipalidad de mudar el espacio donde nuestr@s pibes y pibas se educan, crecen, comen, juegan, se enamoran, cantan, bailan, pintan, lloran, pelean, etece etece.

Juntamos firmas, tod@s l@s adult@s del barrio firmaron para que muden nuestra escuela popular villera, porque respetan el espacio de l@s pibes y pibas, saben el lugar que ocupa en sus vidas, y porque de alguna manera la escuela, va a seguir permitiendo que aún trasladados (¿mudados, desalojados?) sigan siendo San Roque.

Hicimos una marcha por el barrio y hasta San Ginés, donde se están construyendo las nuevas casas, conversamos con sus obreros, y terminamos jugando en los juegos de la plaza aledaña. Porque eso si, la marcha era de pibes, y ellos decidieron terminarla de esa manera.

Finalmente, llegó el día de ir a la municipalidad. Nos llegaban adhesiones de amig@s. Organizaciones que saben de qué se trata la solidaridad. Sabíamos que algun@s hasta nos iban a acompañar. Nos juntamos ese mediodía de sol a comer unos fideos caseros (de los que amasan l@s pibes en la cooperativa que formaron porque no quieren tener patrones) y nos fuimos cantando en unos micros hasta el centro de San Fernando donde comenzamos a marchar. Con las pancartas hechas a mano, pintadas por ell@s , y con los cantitos compuestos por ell@s, a defender su lugar.

Lo demás, es anecdótico: dejamos una carpeta en mesa de entrada con las cartas y los dibujitos, entraron a un despacho l@s delegad@s de la Asamblea (órgano soberano en la escuela conformado por chic@s desde 6 años hasta maestros y padres, todos con voz y voto) a hablar con Aguilera, el secretario de Tierras. Cuando éste recién empezaba su desacreditación (decía: “sus maestros no quieren que ustedes se muden porque no saben lo que es vivir en una villa como ustedes” sin saber que la mitad de nuestros maestros es del barrio, y justo uno estaba ahí adentro para corregirle el error), y afuera la policía desesperada porque ¿cómo se reprime a niños y niñas de 6, 7 y hasta adolescentes? (“Empecemos por los maestros” debe haber dicho alguno, y así fue, pero l@s pib@s, que defendían su Democracia, que recién empezaba a nacer, no lo permitieron y resistieron a los empujones, aprietes y tironeos, pero a sus maestros no se los iban a llevar), es que irrumpió a la sala el intendente a los gritos. No sabía él que ahora gracias a la ley 13.298, de Promoción y protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y que dentro del marco constitucional que avala la Convención Internacional por los Derechos del Niño, nuestr@s pibes y pibas son sujetos de derecho, y como tales, deben defenderlos.

“Ustedes usan a los chicos”, decía a los gritos. No era momento ni lugar para explicarle todo eso de que hay leyes y que los pibes no son ya objeto de políticas públicas sino, que tienen voz y dan su palabra y que son sujetos de derecho.

Todo se acabó cuando después de decir “con ustedes se acabó la Democracia”, cerró violentamente la puerta de su despacho.

L@s pibes y pibas, volvieron en silencio hacia los micros. Muy tranquilos (mucho más que sus maestr@s). Había concluido la jornada y el objetivo se había cumplido. Volvimos contando los entretelones de adentro y afuera, pero con paz. Una paz rara. Algun@s lloraron, desahogándose. ¿Ese era el intendente?

¿Acaso se terminó la democracia para nuestros pibes? Creemos que no. Creemos que recién empieza, y que de veraz van a cambiar el mundo, aunque muchos no lo quieran. Porque lo saben hacer mejor que nosotr@s, pero se guardan el secreto celosamente
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