sábado, 2 de mayo de 2009

Desterrados













































Desterrados en su tierra Del barrio San Roque hoy queda muy poco en su lugar original, “el apoyo”, “el galpón” y el drama de alrededor de 10 familias. Ya se mudaron más de 280 familias. En el lugar donde estaba el barrio ya pusieron un gran cartel que pregona que el predio será destinado a espacio público, pero hay todavía un “inconveniente”: Estás 10 familias que todavía siguen viviendo en el “viejo San Roque”, familias que quedaron afuera de la asignación de las viviendas nuevas. Por diferentes motivos, desde familias que llegaron al barrio después del censo realizado en el 2006, hasta familias que sencillamente no quieren mudarse o que piden, sentados sobre la indiscutible posesión de los derechos veinteañares, más del indigno poquito que les ofrece la Municipalidad de San Fernando. Hoy sufren el destierro en su propia tierra. Entre los escombros, las ratas, el abandono y el agua podrida, poco mas les queda que el miedo a la patota por las noches: solo cuidar con los dientes apretados a la prole numerosa y juntarse… juntarse para pelearle cara a cara a la política basura un cacho de certeza para afrontar con dignidad y con justicia el futuro incierto. Y están juntos, juntos para que la pelea de todos haga de lo que esta por venir no la sombra amenazante que con gusto anuncian las ratas del destierro y si el asomar de un techito simple como dios manda… Esta es la historia de un barrio humilde que ya tiene mas de 40 años, formado como tantos en el conurbano bonaerense. En este caso en Virreyes, partido de San Fernando que se mudó a pocas cuadras de su lugar original a viviendas nuevas construídas por el Estado en el marco de los planes nacionales de viviendas. Un barrio que por cosas del destino quedó entre un hipermercado (símbolo de la concentración del consumo) y un barrio cerrado (símbolo de la concentración de la riqueza). Y no era bueno que se viera una “villa” entre esas dos manifestaciones de las políticas económicas del modelo neoliberal. Porque es la demostración de que esas políticas tuvieron consecuencias graves para las grandes mayorías populares. El efecto “derrame” nunca llegó. También quedan dos entidades barriales, “el apoyo” donde concurren los chicos del barrio donde se los ayuda con su formación y donde reciben una merienda y “el galpón” que es una asociación vecinal. El derecho a la vivienda es un derecho constitucional de todos los ciudadanos y celebramos que se hayan construido las viviendas nuevas. El esparcimiento también es un derecho y está bien que se destinen espacios a la recreación y que sean públicos, pero ¿Se puede pasar por encima de las familias que quedaron sin su vivienda aunque sean pocas, aunque fuere una sola? Por supuesto que no. ¿Se puede pensar que como son pocos con respecto al total del barrio que ya se mudó, entonces no importan? Por supuesto que no. Porque esta es la situación que sucede hoy en el barrio San Roque de Virreyes, partido de San Fernando. Y no es tan complicada su solución, solo requiere que se escuche a los que se quedaron, que se los comprenda y que se les de la solución que su derecho reclama. Los recursos están. Solo falta que se haga justicia dándole a cada uno lo que por derecho requiere.

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